Transfusión sanguínea y administración de productos sanguíneos

La transfusión sanguínea es la administración de sangre total, o de sus componentes hemáticos, en el interior de una vena. La sangre se compone de plasma, que es la fracción liquida en que se hallan los componentes de la sangre, los hematíes, los leucocitos y las plaquetas, además de otras moléculas o sustancias.

Transfusión sanguínea y administración de productos sanguíneos

Los líquidos intravenosos pueden ser eficaces para recuperar el volumen intravascular (sangre); sin embargo, no modifican la capacidad de oxigenación de la sangre.

Cuando se han perdido eritrocitos, glóbulos blancos, plaquetas o proteínas plasmáticas debido a una hemorragia o enfermedad, puede que sea necesario reemplazar estos componentes para recuperar la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y dióxido de carbono, para formar coágulos, para combatir infecciones y para mantener el líquido extracelular dentro del compartimiento intravascular.

Grupo sanguíneos:

Habitualmente la sangre humana se clasifica en cuatro grupos principales (A, B, AB, y O). La superficie de cada uno de los eritrocitos presenta un determinado número de glucoproteínas y glucolípidos que se denominan antígenos (Se entiende por antígeno: una sustancia capaz de estimular la formación de anticuerpos, que pueden reaccionar con el propio antígeno y son únicos para cada persona).

Muchos de estos antígenos han sido identificados, pero los antígenos A, B y Rh son los que tienen más importancia en la determinación de los grupos o tipos sanguíneos.

Ya que los antígenos provocan aglutinación o agregación de las células de la sangre, también se conocen con el nombre de aglutinógenos. El antígeno o aglutinógeno A está presente en los eritrocitos del grupo sanguíneo A, el antígeno B se encuentra en individuos de grupo B, y ambos antígenos A y B aparecen en la superficie de los eritrocitos de personas del grupo AB. En individuos de grupo O no hay ninguno de los dos antígenos.

En el plasma existen, ya preformados, anticuerpos frente a los antígenos de los eritrocitos; estos anticuerpos a menudo se denominan aglutininas. Las personas del grupo A tienen anticuerpos (aglutininas) B; existen anticuerpos A en individuos del grupo sanguíneo B y las personas con el grupo O tienen anticuerpos para los antígenos A y B. Los individuos del grupo AB no tiene anticuerpos frente a ninguno de los dos antígenos, ni A ni B.

Cuando se realiza una transfusión, los grupos del donante y del receptor deben ser compatibles para evitar una reacción antígeno-anticuerpo y la destrucción (hemólisis) de los eritrocitos.

Factor Rhesus (RH):

La sangre que contiene el factor Rh se conoce como Rh-Positivo (Rh+); cuando no está se denomina Rh-negativa (Rh-). A diferencia de lo que ocurría con los grupos sanguíneos ABO, la sangre Rh- no presentan anticuerpos naturales frente a Rh

Sin embargo, al estar en contacto con sangres que contiene el factor Rh (p. ej. una madre Rh- embarazada de un feto Rh+, una transfusión de sangre Rh+ a un paciente Rh-) se desarrollan anticuerpos Rh Los siguientes contactos con sangre Rh+ hacen que el paciente esté en riesgo de sufrir una reacción antígeno anticuerpo y hemólisis de eritrocitos.

Se llama transfusión homóloga a la realizada con sangre obtenida de cualquier donante compatible y transfusión autóloga a la efectuada con sangre del propio paciente.

Factor Rhesus (RH)

Para evitar posibles reacciones durante la hemoterapia, es necesario realizar una serie de determinaciones fundamentales como:

  • La identificación del grupo sanguíneo y del factor Rh.
  • La prueba cruzada de compatibilidad sanguínea.

Determinación del grupo sanguíneo y pruebas de compatibilidad cruzada:

Para evitar transfusiones de glóbulos rojos incompatibles, es necesario determinar el grupo sanguíneo tanto la sangre del donante como la del receptor, así como su compatibilidad cruzada.

La determinación del grupo sanguíneo consiste en conocer a qué grupo ABO pertenece la sangre, así como la presencia o no del factor Rh. Las pruebas también se realizan en mujeres gestantes y en neonatos para valorar el posible contacto intrauterino de sangre incompatible.

También se necesitan pruebas de compatibilidad cruzada antes de cualquier transfusión para identificar posibles interacciones de antígenos menos importantes con sus correspondientes anticuerpos.

Los GR de la sangre del donante son mezclados con suero del receptor, se añade un reactivo (suero de Coombs) y de valora una aglutinación visible en la mezcla. Si no existen anticuerpos en el suero del receptor para los Gr del donante, no aparece aglutinación y el riesgo de reacción a la transfusión es pequeño.

Selección de los donantes de sangre:

El chequeo de los donantes es exhaustivo. Se han establecido criterios para proteger al donante de posibles efectos negativos debidos a la donación y se protege al receptor de contacto con enfermedades de transmisión sanguínea.

Los donantes son voluntarios no pagados. Son eliminados aquellos en los que existen antecedentes de hepatitis, infección por VIH (o factores de riesgo para infección por VIH) enfermedades cardiacas, en la mayoría de los casos de tumores, asma grave, alteraciones de la coagulación o convulsiones.

La donación debe ser aplazada en personas con paludismo o si han estado expuestos a paludismo o hepatitis o en situaciones como gestación, cirugía anemia, presión arterial alta o baja y aquellos en tratamiento con determinados fármacos.

Sangre y hemoderivados para transfusión:

La mayoría de los pacientes no requieren transfusiones de sangre completa. Es más habitual que el enfermo reciba la transfusión de un componente específico de la sangre para cubrir sus necesidades concretas.

Normas que seguir ante una transfusión sanguínea.

Es una terapia habitual en el medio hospitalario, pero no exenta de riesgos, que el personal de enfermería debe conocer.

Precauciones en una transfusión sanguínea

  • Petición medica escrita, indicando: nombre, apellido y los datos reflejados en la normatividad del banco de sangre.
  • Envió al banco de sangre de muestras de sangre del paciente para determinaciones hematológicas, junto con el impreso de petición.
  • Comprobar que esta el consentimiento escrito del paciente o familiar.
  • Asegurarse de que el nombre y los apellidos del enfermo se corresponde con el de la transfusión por administrar.
  • Identificar el producto sanguíneo antes de su administración, observando que esté en perfectas condiciones: ver turbidez, coágulos u otra anormalidad.
  • Disponer de una buena vía y que la vena tenga un calibre suficiente para su correcta administración.
  • Usar un sistema de transfusión provisto de cámara de goteo con filtro incorporado.
  • Iniciar la transfusión con suero fisiológico para limpiar el sistema y la vía en todo su recorrido; poner llave de tres pasos.
  • Unir el sistema de transfusión a la llave de tres pasos, cerrar la llave del suero fisiológico y abrir la llave de paso del sistema de sangre.
  • Administrar el producto sanguíneo a un ritmo adecuado según la prescripción médica.
  • Observar al paciente todo el tiempo que diré la hemoterapia, por si aparece alguna reacción transfusional como fiebre, hipotermia, sobrecarga circulatoria, reacciones alérgicas, en este caso se retirara la transfusión y el sistema utilizado, para remplazarse por su suero fisiológico, además de avisar al médico.

Requisitos de acuerdo con la norma oficial mexicana para donación sanguínea

  • Tener entre 18 y 35 años.
  • Tener peso mayor de 50 Kg, sin el peso de la ropa.
  • No estar enfermo de tos, gripa, diarrea y otras enfermedades.
  • No haber ingerido bebidas alcohólicas en las últimas 48 horas.
  • No haber padecido de hepatitis.
  • No tener acupuntura y/o tatuajes o perforaciones.
  • No estar tomando medicamentos.
  • No haber sido vacunado recientemente.
  • No haber tenido relaciones sexuales con varias personas diferentes en el mismo año.
  • Ayuno de 8 horas previo a su donación y 24 horas antes no haber comido alimento muy grasoso. Puede tomar agua, café sin leche.

Además de lo anterior si el donador es mujer

  • No estar embarazada.
  • No tener hijos menores de 6 meses.
  • No haber tenido aborto en los últimos 6 meses.
  • No estar en periodo de lactancia.
  • No estar en periodo menstrual.

Calentamiento de la sangre

La transfusión de grandes volúmenes de sangre fría (1-5°C) provoca descenso en la temperatura del paciente y puede ocasionar arritmias cardiacas. Se puede evitar si la sangre se calienta a 37 °C mediante calentadores mecánicos. Es importante que no exceda los 37° pues la sangre puede hemolizarse.

Velocidad de infusión de la sangre:

 depende de la volemia del paciente y del estado del corazón. La transfusión rutinaria de una unidad es de aproximadamente 2-3 hrs, nunca debe durar más de 4 hrs. debido a la posibilidad de crecimiento bacteriano cuando la unidad permanece mucho tiempo a temperatura ambiente.

Administración de sangre y hemoderivados

Es esencial identificar perfectamente al paciente y la unidad que se va a transfundir. Actualmente, en los hospitales, todavía se dan casos de transfusión de unidades de sangre o hemoderivados equivocadas, a pesar del gran número de controles y comprobaciones que se llevan a cabo. Las gestiones administrativas y los procesos de manipulación de las muestras de sangre no deben tomarse a la ligera.

La transfusión a través de catéteres de gran diámetro reduce la hemodiálisis eritrocítica y permite, si es necesario, realizar la transfusión rápidamente. Para la transfusión de concentrados de eritrocitos se utiliza solución salina isotónica. No se debe utilizar nunca una solución que contenga glucosa.

La solución salina isotónica caliente (39- 40°C) se puede mezclar con eritrocitos fríos antes de la transfusión antes de la transfusión. Para ello, la bolsa que contiene el hemoderivado se coloca más baja que la bolsa de la solución salina isotónica y se deja que la solución fluya a través del tubo en forma de Y hasta el hemoderivado. Esto hace que la sangre se caliente y se vuelva menos densa, por lo que disminuye el enfriamiento del paciente y la hemolisis eritrocítica.

En casos de urgencia, las transfusiones de sangre y hemoderivados comienzan lentamente (durante los primeros 30 min), se debe proceder a una monitorización muy atenta del paciente para la detección de signos indicativos de reacción adversa a la transfusión.

Los enfermos que presentan una función cardiovascular normal pueden tolerar fácilmente una unidad de concentrado de eritrocitos transfundida en un tiempo de entre 1 y 2 horas. Sin embargo, los pacientes que presentan alguna enfermedad cardiovascular requieren una transfusión más lenta (entre 3 y 4 horas). Para administrar sangre o derivados de forma rápida, es aceptable utilizar algún dispositivo de presión.

Reacciones adversas a la transfusión

Hasta un 20% de los pacientes que reciben una transfusión presenta algún tipo de reacción adversa. Las complicaciones asociadas con la transfusión pueden aparecer durante esta, algunas horas después o incluso años más tarde.

Las más comunes son:

  • Hemolisis intravascular o reacción hemolítica aguda.
  • Reacción no hemolítica febril.
  • Lesión pulmonar.
  • Enfermedades, infecciones como hepatitis, VIH o paludismo.
  • Entre el inicio, mantenimiento y terminación de una transfusión de sangre utilizando un equipo de infusión en Y se debe valorar lo siguiente:
  • Signos clínicos de reacción (escalofríos súbitos, fiebre, nauseas, picor, erupción cutánea o exantema, lumbalgia, disnea).
  • Síntomas de hipovolemia
  • Estado del sitio de infusión
  • Cualquier síntoma inusual.

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Referencias:

  • Secretaría de Salud. Norma Oficial Mexicana NOM-003-SSA2-1993. Para la disposición de Sangre Humana y sus Componentes con Fines Terapéuticos. Diario Oficial de la Federación, 8 de diciembre de 1993.   
  • Goodnough LT, Brecher ME, Kanter MH, AuBuchon JP. Transfusion medicine. First of two parts. Blood transfusion. N Engl J Med. 1999;340(6):438-47.
  •  Steiner M, Despotis G. Transfusion algorithms and how they apply to blood conservation: the high risk cardiac surgical patient. Hematol Oncol Clin North Am. 2007;21(1): 177-84.    
  • Brooks, J. Qualitiy improvement opportunities in blood banking and transfusion medicine. Clin Lab Med. 2008;28(2): 321-37

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