Técnica de inyección intramuscular

Inyección intramuscular es la Acción de inyectar una sustancia en un músculo con distintos objetivos por lo general terapéuticos.

La vía intramuscular es una de las cuatro vías parenterales que existen para la administración de medicamentos. En esta entrada quisimos explicarte paso a paso la técnica de inyección intramuscular por ser sin duda la que mas se utiliza y por su importancia para el tratamiento y control de enfermedades mediante la introducción de sustancias farmacologicas al cuerpo.

Es utilizada frecuentemente en hospitales en el área de urgencias para tratar padecimientos tales como cefaleas y dolores musculares por contusiones que no requieren internamiento.

El volumen de la medicación administrada a través de esta vía es pequeño y puede variar dependiendo del tipo de medicamento y la zona muscular en la que se vaya a aplicar, por ejemplo: si se aplica en un músculo pequeño como el deltoides, deberá ser un volumen igual o menor a 2 ml, en cambio si se aplica en el glúteo con inyecciones aceitosas, irritantes o muy dolorosas, el volumen puede ser de 2 ml. hasta 10 ml.

Ventajas

  • Vía de acceso rápida
  • No requiere la colaboración del paciente
  • La absorción de los fármacos se produce de una manera suficientemente rápida
  • Es útil para la administración de formas medicamentosas de liberación prolongada

Desventajas

  • Limitada para el uso en pacientes con baja masa muscular o perdida de masa muscular
  • Puede causar infecciones localizadas o lesiones en nervios periféricos
  • La administración constante en una misma zona puede ocasionar fibrosis local, lo que produce una reducción progresiva de la absorción

Absorción

  • La absorción por vía intramuscular se realiza a través de los capilares sanguíneos, única membrana que debe atravesar las sustancias para penetrar en la circulación, muy raramente se produce a través de los capilares linfáticos.

Distribución

  • La distribución consiste en la unión del fármaco a las proteínas plasmáticas, y su posterior transporte a través del torrente circulatorio, a las diversas partes del organismo.

Elección del sitio anatómico de inyección intramuscular.

Las zonas donde se puede inyectar son:

  •  Dorsoglútea
  • Deltoidea
  • Ventroglútea
  • Cara externa del muslo

A la hora de elegir el lugar de punción tendremos en cuenta la edad del paciente y su masa muscular, la cantidad de medicamento a inyectar, si es una sustancia más o menos oleosa, etc.

Las características principales de cada una de las áreas se describen a continuación en la siguiente Tabla 

Zona dorsoglútea.

Sitio de aplicación glúteo

 

Se localiza en el cuadrante superoexterno de la nalga, para localizarlo de manera adecuada debes dibidir de manera imaginaria el gluteo en 4 cuadrantes y como su nombre lo indica el superior externo se elige para la administracion, de esta manera es como se evita lesionar el nervio ciático. Es el lugar que más fármaco admite: hasta 7 ml. El paciente puede estar en acostado de lado, boca abajo o de pie (en este último caso, debe tener cerca una zona de apoyo por si surge cualquier complicación). Debe evitarse su uso en menores de tres años.

Zona deltoidea.

Músculo del hombro, deltoides

 

Está ubicada en la cara externa del deltoides, a tres traveses de dedo por debajo del acromion. Se debe de tener en cuenta que el nervio radial pasa cerca de ahí. Admite hasta 2 ml de volumen. El paciente puede estar prácticamente en cualquier posición.

Zona ventroglútea

Sitio Ventro Gluteo

 

Es una de las más seguras, ya que no tiene cerca ningún punto peligroso. Con el enfermo de lado o boca arriba, colocamos nuestra mano en el trocánter mayor del fémur del lado elegido. A continuación abriremos los dedos de la mano y pincharemos en el espacio que quede entre los dedos índice y medio hasta 5 ml de volumen. Junto con la dorsoglútea es la de elección para los niños mayores de tres años.

Cara externa del muslo

Vasto lateral externo

 

Admite hasta 5 ml de volumen. Con el paciente boca arriba o sentado, delimitaremos una banda imaginaria que vaya, por la cara externa del muslo elegido, desde el trocánter mayor hasta la rodilla. La zona óptima de inyección está localizada en esta banda, 5 cm por arriba y 5 cm por debajo de su punto medio. Es la zona de elección para los niños menores de tres años.

PROCEDIMIENTO PARA LA INYECCIÓN INTRAMUSCULAR

Los pasos a seguir son los siguientes:

1 Antes de inyectar el medicamento desinfectaremos la piel. Para ello aplicaremos una  torunda impregnada de antiséptico (algodón con alcohol) en el centro de la zona elegida. Posteriormente y con un movimiento de barrido hacia fuera, abarcaremos un diámetro de unos 5 cm. Con ello “barreremos” hacia el exterior los gérmenes de esa zona de la piel, cosa que no conseguiremos si el movimiento que le imprimimos a la torunda es de derecha a izquierda o de arriba abajo. A esto le llamamos reglas de asepsia y puedes encontrarlas aquí: Reglas de asepsia 

desinfectaremos la piel

2 Inserte la aguja formando un ángulo de 90º con un movimiento firme y seguro, en un solo acto, si lo hace poco a poco puede desgarrar el músculo de la nalga, causar más dolor y provocar que se forme un moretón.

Inserte la aguja formando un ángulo de 90º

 

3 Antes de introducir el medicamento siempre se debe aspirar para ver si hemos conectado con un vaso sanguíneo. Si entró sangre saque la aguja y vuelva a inyectar en un sitio cercano. El medicamento se debe de inyectar lentamente ya que, aparte de ser menos doloroso, iremos dando tiempo a que se vaya distribuyendo por el músculo.

4 Una vez que hayamos administrado todo el medicamento, esperaremos unos diez segundos antes de retirar la aguja, pues así evitaremos cualquier pérdida de medicación. A continuación colocaremos la torunda con el antiséptico justo sobre el punto de la inyección -al sujetar la piel minimizaremos en lo posible el dolor- y retiraremos la aguja con suavidad y rapidez.

5 Posteriormente haremos una suave presión mientras friccionamos ligeramente la zona para evitar que el medicamento se acumule y así favorecer su absorción.

COMPLICACIONES DE LAS INYECCIONES INTRAMUSCULARES

Es importante tener en cuenta lo siguiente: Precisar la zona de la punción en el área dorsoglútea, para evitar la lesión del nervio ciático. La compresión posterior a la inyección intramuscular son importantes para evitar hematomas o sangrado.
En caso de ser necesaria la aplicación de inyecciones repetidas, debe alternarse el sitio de la punción; cuando se regrese al primer sitio, la punción deberá estar por lo menos a 2.5 cm del sitio donde se inyectó antes, con el fin de evitar que se formen depósitos de fármaco sin absorber, abscesos o fibrosis.

Hipersensibilidad.

Es una reacción inmune exagerada. Sus manifestaciones pueden variar hasta el choque anafiláctico, el que presenta los siguientes síntomas y signos: angustia, ronchas, inflamación generalizada, dolor en región dorsolumbar, sensación de asfixia, tos, hipotensión arterial, pérdida del conocimiento, dilatación pupilar, incontinencia y convulsiones.

Para evitar que se presente, debe preguntarse al enfermo si ha tenido reacciones alérgicas previas y acudir a urgencias de forma inmediata.

Síncope.

Es la pérdida súbita y momentánea del estado de alerta por estimulación del nervio vagal, lo que causa disminución de la presión sanguínea y del pulso. 

Equimosis y hematoma.

Ambos se manifiestan como manchas cutáneas de color violáceo; comúnmente se presentan al aplicar medicamentos anticoagulantes, y se previenen haciendo compresión en la zona de la punción durante dos a tres minutos posterior a
ésta. Si se presentan hematomas, deberá valorarse su tamaño y su profundidad, para así decidir si se drenará o si se aplicarán compresas calientes para favorecer su absorción.

Lesión de fibras nerviosas.

Generalmente es del nervio ciático, y se produce por no utilizar Las zonas adecuadas de punción intramuscular. El daño lo produce el fármaco y no la lesión traumática del nervio. En caso de que se presente, se experimentará dolor agudo inmediato a la inyección, así como disminución de la sensibilidad. Deberá ser canalizado pronto con un neurocirujano. Para evitar esta complicación se debe tener precaución en la inyección Intramuscular en enfermos con músculos flácidos


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FUENTES:

  • Bordallo Huidrobo JR. Tratamientos parenterales en Atención Primaria. Bomba de perfusión portátil. En: Espinàs J Coord. Guía de Actuación en Atención Primaria. 2ª ed. Barcelona: semFYC, 2002; p.1271-73.
  • Artuñedo P, Delgado MA, Caballero F. Instrumental básico de cirugía menor. En: Arribas JM, Caballero F. Manual de Cirugía Menor y otros Procedimientos en la Consulta del Médico de Familia. Madrid: Merck Sharp & Dohme; 1993.
  • Esteve J, Mitjans J. Enfermería. Técnicas clínicas. Madrid: McGraww-Hill Interamericana; 2002.
  • Perry A, Potter PA. Guía clínica de enfermería. Técnicas y procedimientos básicos. 4ª Edición. Madrid: Harcourt Brace; 1998.